viernes, 11 de abril de 2014

¿CÓMO HACER A TU HIJO/A MÁS AUTÓNOMO?. Orientaciones generales sobre hábitos de autonomía


Algo que muchos padres desean para sus hijos es que sean autónomos y aprendan a hacer las cosas por sí solos. Pero hay veces que lo hacemos casi todo nosotros porque creemos que quizá ellos no puedan, no sepan o simplemente para hacerles la vida más fácil. Tengan la edad que tengan, los adultos tendemos a ayudarles y hacérselo todo, cosa que es comprensible porque les queremos y deseamos su bienestar, pero eso puede terminar interfiriendo en que ellos desarrollen sus estrategias personales de solución de problemas y su propia autonomía. 


¿Cuántos de nosotros tenderíamos a ponerle la zapatilla y así que pueda seguir jugando? Si crees que tu respuesta sería "yo", sigue estos tres consejos para potenciar la autonomía de los niños y que ellos desarrollen sus propias estrategias:

1- OFRECERLE ALTERNATIVAS PARA QUE ELIJA:

En vez de ordenar al niño que haga una cosa, podemos darle la opción de elegir entre dos o más alternativas. Así le estamos educando para tomar decisiones desde pequeño y a que ejerza el control sobre sus acciones. Ejemplo: ¿quieres hacer los deberes antes o después de merendar?

Utilizando situaciones diarias como por ejemplo vestirse, podemos potenciar también su autonomía. En este caso, vamos a dejarles que sean ellos los que elijan su ropa y se vistan por las mañanas. Podéis enseñarle unos cuantos conjuntos adecuados para el momento (hace frío o calor, de deporte o más arreglado). De esa forma, ellos sentirán que son autónomos y pueden tomar decisiones.


2- DEJARLE ACTUAR RECONOCIENDO EL ESFUERZO CUANDO SE ENFRENTA A LAS DIFICULTADES

Es bueno que el niño se enfrente poco a poco a nuevos retos: usar el cuchillo y el tenedor, atarse los zapatos, resolver un problema de matemáticas...

Estimular su autonomía es dejarle hacer las cosas sólo, pero dándole mensajes que lo estimulen. Por ejemplo, no le ayudamos si le decimos "utilizar el cuchillo y el tenedor es fácil", ya que si fracasa se sentirá decepcionado, y si lo consigue ya le hemos quitado el mérito. Sin embargo, reconocer la dificultad a la que se enfrenta con comentarios como "...cuesta utilizar las dos manos a la vez", o "es difícil hacer fuerza y que el filete no salga disparado..." es más estimulante, lo consiga o no lo consiga. También se le puede ayudar con consejos como "...es complicado, pero a veces funciona pinchar fuerte con el tenedor". 

Aprovecha esa famosa frase que todos los niños dicen en algún momento "¡Yo, yo solito!"para dejarles que lo intenten, siempre y cuando no conlleve un riesgo para ellos. Tú estarás a su lado por si necesitase alguna indicación y él ganará autoconfianza por haberlo conseguido.


3- NO ATOSIGARLE CON PREGUNTAS

Preguntar demasiado puede parecer un signo de interés hacia el niño, pero también es una invasión de su privacidad. Estimular su autonomía es permitirle que cuente sus experiencias cuando desee. Por ejemplo, el niño llega de una fiesta de cumpleaños y en vez de hacerle preguntas, le decimos "qué bien que ya estés en casa"; estamos respetando su mundo interior.


4- MÁS QUE DARLE RESPUESTAS HACERLE PENSAR

También se puede pensar que estimular al niño es contestarles en cuanto y a todo lo que pregunten. Pero podemos estimular su razonamiento si le desvolvemos la pregunta: "Papa, mamá...¿por qué cae nieve?". Resulta fácil explicar que el agua se congela por las bajas temperaturas... Pero podría estimular más al niño responderle: " Buena pregunta, y tu ¿por qué crees que nieva?". Qué mejor manera de estimular su razonamiento que hacerle pensar sin darle de primeras la solución a todo.

Si le surge un problema, intenta no darle tu solución, sino utilizar preguntas como ¿Qué se te ocurre que puedes hacer? ¿Qué hiciste la última vez cuando te pasó lo mismo? De esta forma, dejamos que desarrolle sus estrategias de solución de problemas. Si no la encontrase en ese momento, podemos sugerirle dos o tres alternativas nuestras diciéndole ¿Qué te parece si...? Así no le estamos imponiendo la solución sino que él pueda tomar la decisión


5- ENSEÑARLE A BUSCAR SOLUCIONES FUERA

Ser autónomo significa dejar de depender de los padres y buscar otras instancias para resolver los problemas. Por eso, cuando ante preguntas de los niños se les remite a que busquen la información en una enciclopedia, en Internet, en el colegio o en la biblioteca municipal, le estamos enseñando a buscar recursos por ellos mismos.


6- NO DESANIMARLE

A veces cuando los niños plantean sus ilusiones, intereses o planes para el futuro se cae en la tentación de protegerles de la desilusión "haciéndoles poner los pies en el suelo". Estimular la autonomía es dejar que planifiquen y comprueben por sí mismos sus decisiones.

"Mama, papa...voy a presentarme a delegado de clase". Una respuesta que intenta que el niño no se decepcione si no saliera elegido sería: "Hijo, ya sabes que hay otros niños muy populares". Una respuesta estimuladora de su autonomía sería: "Creo que podría ser una experiencia interesante", o "Genial, seguro que serás un buen delegado"



7- PREMIE LAS CONDUCTAS ADECUADAS E IGNORE LA INADECUADAS

Los/as niños/as han de aprender a dormir, comer, asearse...por sí solos/as, de forma autónoma y el principio fundamental para enseñarles es muy sencillo: “cuando vea que su hijo/a hace algo bien, prémielo/a con una alabanza, sonrisa, abrazo...”. Recuerde que “TODA CONDUCTA QUE RECIBE UN PREMIO TIENDE A REPETIRSE”. Por tanto premie la conducta que quiere que se repita. 


Cuando su hijo/a realice alguna conducta inadecuada no preste excesiva atención a la misma. La atención es un refuerzo que hace que aumente la frecuencia de emisión de tal conducta. Recuerde que un/a niño/a necesita recibir atención de sus padres. Si la única que recibe es la negativa (cuando hace algo mal), la aceptará porque esa es mejor que nada.

8- ESTABLECER NORMAS CLARAS Y COHERENTES

Las normas que le demos deben estar muy claras. Repetirlas tantas veces como sea necesario, adoptando una actitud serena, sin gritos, sin angustias...Proporcione todas las razones posibles para que las entienda, siempre de forma serena y contestando a todo aquello que pregunte o plantee. Aclararle el qué, cómo y cuándo.

Deben ser coherentes con las normas que se den y, sobre todo, estar de acuerdo entre ambos padres. Sean constantes en las posturas que adopten. No cedan a menos que existan razones muy justificadas. Los padres son modelo de aprendizaje por ello es necesario la constancia en la realización de actividades y responsabilidades.



CONSEJO: Evite el paternalismo exagerado...los/as niños/as son capaces de realizar actividades complejas...y los padres no deben impedirlo. A medida que nuestros/as hijos/as van adquiriendo habilidades se hacen más independientes y aumentan su autoestima.

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